Por suerte, todavía hay competiciones, pilotos y equipos capaces de crear sensaciones y recuperar la emoción de la carrera. En KOBEMOTOR nos gusta ganar y nos alegramos con las victorias de los otros. Un buen ejemplo lo encontramos en la ultima edición del Paris Dakar y la modalidad H1, reservados a vehículos históricos.
Por eso estamos muy orgullosos de la zaragozana Lidia Ruba, reciente ganadora del Dakar Classic a bordo de un Toyota HDJ80. Junto a su marido Juan Morera ha rubricado uno de los triunfos más valiosos de nuestro automovilismo reciente.
Una victoria ejemplar contra los elementos y, en cierto modo, también radical, ya que han ejercido el liderato desde la segunda etapa del rally. Pero sobre todo una victoria en la que Lidia ha tenido que sobreponerse a sí misma, ya que el año pasado juró y perjuró no repetir en esta competición debido a su dureza.
Afortunadamente, la zaragozana no cedió al miedo y ha acabado, con su segundo desembarco en el Dakar, otorgando al equipo MomaBikes Raid Team uno de sus mejores momentos. Al equipo, y también a los aficionados, sobre todo los españoles. En esta ocasión la mecánica ha acompañado y no ha habido los problemas técnicos y de navegación de la anterior ocasión, a bordo de un pequeño Panda 4×4.
Una competición con fines solidarios
No obstante, la competición es también por una causa solidaria, el del proyecto de la ONG Bicicletas sin fronteras, que trata de recabar fondos y difundir las necesidades de niños como los de Fatick, cerca de Dakar, donde los niños tienen que caminar kilómetros y kilómetros para asistir diariamente a la escuela, tiempo que se reduciría de manera radical (de tres horas a apenas 45 minutos) a bordo de una bicicleta.
Sea como fuere, Lidia y Juan han demostrado a bordo de su TOYOTA su aplastante dominio y profesionalidad. Su victoria ha ayudado a difundir el proyecto. Para hacerlo han tenido que potenciar su propia experiencia como pilotos: han sido capaces de crecer, con destreza y sangre fría, en esta disciplina para alcanzar el éxito. Ha requerido humildad y mucho trabajo, pero el matrimonio ha cumplido su sueño y demostrado que ya no son ningunos novatos.
Los dos pilotos sumaron 428 puntos, pero para alcanzar este resultado nada podía fallar en cada una de las etapas. La tensión, por tanto, era máxima, ya que es la habilidad en la navegación y la regularidad lo que cuenta más para ganar esta competición. Detrás de ellos Santaolalla y Sol, que también han progresado sobremanera respecto al rally del año pasado, cuando acabaron sextos en la clasificación general y terceros en su categoría.
Felicidades, en KOBEMOTOR creemos en los retos.