Para aquellos que tuvieron un EXIN CASTILLO

Hay juegos que marcan una vida. Los que han jugado a los indios, al Exin Castillo o con los Play Mobil hoy son los dueños de una TOYOTA HILUX, o un Land Cruiser. Desde KOBEMOTOR te damos ideas para que tus fines de semana sirvan para recuperar los buenos momentos de ayer, hoy y siempre. Cultura y motor no están reñidos. Te damos ideas… Usarlas es gratis.

1.- PEDRAZA. Segovia.

¿Dónde montar una excursión? Hay sitios que nunca fallan y Pedraza es uno de ellos. Da igual que sea el principio o el final de una ruta, porque tiene algo de cuento: una villa amurallada en lo alto de una roca inmensa coronada por un castillo. En el interior se puede alardear de que el edificio más reciente es prácticamente del siglo XVII aunque la mayoría son muy anteriores.

A Pedraza sólo se puede acceder por una puerta, y es como entrar en un decorado de película. Uno se adentra en la calle Real como en un sueño: las casas de Zamarriego, de Pilatos, de los Marqueses de la Floresta y tantas otras forman un conjunto irreal. Así se llega a la plaza Mayor, irregular y maravillosa, con casonas con soportales y una extraordinaria iglesia románica.

En realidad todas las calles son un conjunto que incita al paseo demorado. El castillo, que fue de los condestables de Castilla, fue adquirido hace un siglo por el pintor Ignacio Zuloaga y ahora alberga un museo dedicado a su obra. Una de las vistas más impresionantes del conjunto se tienen desde la carretera a La Velilla, cuando Pedraza deslumbra en lo alto de la roca.

Si damos protagonismo al paisaje y al camino lo mejor es acercarnos a Navafría, que es pueblo, aunque muchos piensan que sólo es puerto. Pueblos como Torre Val de San Pedro, con esa poderosa arquitectura serrana compiten con Gallegos o Arcones para dulcificar la nueva vida rural en el fin de semana.

2.- SAX. Alicante

Alicante tiene varias rutas en base a sus castillos y Sax es un lugar clave. En la carretera que une Alicante con Madrid se deja ver esta fortificación sobre una colina que nos abre los ojos a todo el Valle del Vinalopó.

Esta es una carretera moderna que atraviesa el valle del Vinalopó que, entonces comunicaba el mar con la meseta castellana. Desde la torre, la visión del valle nos descubre el lugar estratégico que los musulmanes levantaron para defender sus territorios.

Territorios que más tarde fueron los cristianos los que vigilaron el fértil valle. En 1239 la Orden de Calatrava, dominante en estas tierras, fue la que echó a los musulmanes, bajo el mando del rey Jaime I El Conquistador. Hoy casi toda la edificación que queda es de la época cristiana.

3.- TUREGANO. Segovia.

Hay pueblos donde un edificio marca la vida del pueblo y decir Turégano es decir Castillo, pues la fortaleza de esta Villa Episcopal es de las más importantes de España y desde luego la más singular de todas por su carácter de Iglesia Fortificada Inexpugnable. El primer obispo, Don Pedro de Agén, consideró que el antiguo castro, edificado sobre una suave colina, era el lugar idóneo para emplazar la nueva iglesia.

Embutida de este modo en el castillo, la Iglesia de San Miguel atestigua, por las construcciones adosadas y superpuestas al templo, que hubo dos castillos o fortificaciones sobre ella: el que construyera en su día el obispo Arias Dávila y otro, más primitivo, del que quedan infinidad de restos arquitectónicos.

El Castro y sus murallas, varias torres del antiguo castro árabe, en parte desmochadas, permanecen aún en pie, desafiantes, unidas entre sí por las murallas de tapial que circundan el recinto de la fortaleza construida sobre la iglesia de San Miguel. En su día fue ciudadela amurallada que protegía la zona. Lo que permanece tiene excepcional valor histórico: una joya militar única en el panorama de las defensas de la Alta Edad Media.

4.- NAVAS DEL MARQUES. Ávila

Una parada en el camino a Ávila es el casco viejo de las Navas del Marqués. Situado a 1300 metros de altitud, en la parte más alta de la villa, el Castillo Palacio Magalia fue mandado construir por D. Pedro Dávila en torno a 1533 – 1540. Los orígenes de las estructuras defensivas en este espacio son anteriores, como lo demuestra la Torre del Homenaje del siglo XIII, que fue levantada para defender la retaguardia en el llamado proceso de Reconquista.

Tras este nombramiento, él y su esposa, María de Córdoba, ordenarán la construcción del Castillo Palacio Magalia y el Convento de los Dominicos. El castillo pronto se convertirá en centro político y administrativo del marquesado y de la villa.

Estuvo habitado durante dos centurias por los descendientes de su primer marqués, hasta que éstos entroncaron con los Medinaceli, en el siglo XVIII, y pasaron a vivir más cerca de la Corte. Así, el castillo fue poco a poco deteriorándose hasta que, a comienzos del siglo XX, fue vendido a la Unión Resinera Española (Luresa) junto con los terrenos de la villa.

5.- CASTILLO DE MEDINA DEL CAMPO. Valladolid.

No hay que dejarse engañar por la autovía porque conviene parar y entrar en Medina, ciudad castellana como pocas, que durante los siglos XV y XVI fue uno de los centros económicos y mercantiles más importantes de Europa. Los Reyes Católicos la protegieron y auspiciaron su desarrollo y por eso, el conjunto patrimonial que hoy disfruta es sobre todo de esa época, con un sabor medieval bien conservado que nos hace revivir los pasados tiempos de gloria. De su esplendor medieval da fe su Castillo de la Mota, el edificio más emblemático de la ciudad, casi de cuento, que llama desde lo alto a los viajeros de paso.

Estamos en plena “ruta de la lana, el artículo que propició la prosperidad de Castilla. Y para conocer la trascendencia de su comercio en la Baja edad Media, solo tenemos que visitar el Museo de las Ferias. Aquí nos cuentan cómo Medina del Campo se puso a la cabeza de la prosperidad castellana cuando su feria tomó relevancia europea desde el siglo XIV.

Inicialmente el mercado de lana y posteriormente el comercio de paños, sedas, tapices y bordados hicieron de ella el centro de contratación textil más importante de Castilla. En 1491 se declararon Ferias Generales del Reino por parte de los Reyes Católicos y desde entonces se convocaban feriales anuales, en mayo y octubre, que inicialmente eran grandes mercados francos de transacción de productos, pero evolucionaron con el tiempo en reuniones financieras.

6.BELMONTE. Cuenca.

El tiempo parece no haber pasado para la construcción ordenada por el marqués de Villena. De estilo gótico con adiciones mudéjares y platerescas, se le considera Monumento Nacional desde la década de los treinta, absolutamente incólume gracias a una brillante restauración que entendió perfectamente el carácter defensivo con el que fue concebido.

Quizá por todo ello, el castillo de Belmonte se convirtió en todo un plató de cine cada vez que Hollywood rodaba algo de capa y espada. Por eso, el castillo conquense aparece en el torneo de la mítica El Cid, una de las muestras más conocidas del género histórico “bigger tan life” de los sesenta, o Los señores del acero, una de las fantasías más oscuras y adultas del género, dos décadas después. El glamour gótico siempre es mejor que una boda de estilo “Wannabe”, es decir, quiero y no puedo…

También es un lugar famoso por sus bodas. El castillo pasa a la casa de Montijo y, en el siglo XIX, lo heredó la condesa de Teba, Eugenia de Montijo, que se convertiría en emperatriz de Francia al casarse con Napoleón III. Ella lo mandó restaurar encargándole las obras al arquitecto Sureda. Las obras duraron desde 1857 a 1870. El duque de Peñaranda, Hernando Carlos Fitz-James Stuart y Falcó, junto con el empeño del pueblo de Belmonte, prosiguieron con las mejoras hasta conseguir su rehabilitación.

Belmonte

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